El precio de un apartamento en la playa no es el mismo un fin de semana de agosto que uno de noviembre. Tampoco vale igual un vuelo a las seis de la mañana que uno a mediodía. Oferta y demanda regulan todo tipo de servicios pero no se aplican al mundo del taxi más allá de las tarifas de día, noche y festivo: viajar en hora punta el lunes por la mañana cuesta tanto como hacerlo a la hora de comer. Ajustar los precios según la demanda es el objetivo de Micocar, la aventura empresarial de cuatro jóvenes ingenieros españoles con la que pretenden competir con gigantes como Mytaxi y Uber.
«La tengo desde hace poco, pero como puedo compaginarla con Mytaxi y me entran clientes extra estoy satisfecho», nos comenta un taxista que utiliza la aplicación. Nos dirigimos al café madrileño donde se gestó la Operación Galaxia para reunirnos con los padres de Micocar, que planean un golpe —metafórico—, en el sector de las ‘apps’ de transporte. Micocar nació en 2015, pero ha sido este año cuando han comenzado a recibir la atención de los inversores con una reciente ronda de financiación de 250.000 euros.
Micocar aprovecha las horas con menos clientes para ofrecer descuentos que suelen oscilar entre el 10 y el 20%, pero que alcanzan el 50%. La carrera se paga completa, pero el porcentaje ahorrado se acumula en forma de saldo que podremos emplear a partir del siguiente viaje. «Antes de lanzarnos hicimos un estudio de mercado y vimos no sólo que la mayoría de usuarios cogerían más el taxi si fuera más barato, sino que muchos taxistas querrían obtener clientes en las horas bajas. Siempre es mejor que estar parado una hora y media en Atocha». Habla Juanma Nieto, CEO y cofundador de la ‘startup’ junto con otros tres ingenieros de entre 28 y 38 años.
Los descuentos, que se guardan en forma de saldo, suelen oscilar entre el 10 y el 20%, aunque pueden alcanzar el 50% de ahorro.
Escrito por Sergio Ferrer para El Confidecial
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